Viaje a la nada: La acción desesperada de alguien que no tiene respuestas ,Milei en el limbo

El presidente viajó porque le aseguraron un encuentro para pasarle la gorra a Trump y el norteamericano ni apareció. Pero le dieron un premio junto a una de las chicas del escándalo del jarrón de Cóppola.
Por Luis Bruschtein
Javier Milei no consiguió su anhelada foto con Donald Trump.. Imagen: Prensa
A Javier Milei le dieron su Pato Donald de la Libertad en las fastuosas instalaciones de las residencias de lujo de Mar-a-lago, propiedad de Donald Trump, mientras caían a pique las acciones de las principales empresas que lo han llevado al gobierno.
Milei es un extremista del modelo neoliberal de libre mercado que Estados Unidos hizo implosionar el jueves con su guerra arancelaria. El presidente no pudo elegir peor momento y el fracaso de su viaje era inevitable. No hubo encuentro con Donald Trump y sólo consiguió su premio de plástico mientras los dirigentes serios de todo el mundo sudaban la gota gorda por los remezones de sus economías.
Todo parece bizarro, el viaje presidencial, la fotito y el pato de goma como excusa, hasta el nombre del premio. Fue un viaje a la desesperada para sacarse una foto con el hombre del jopo dorado, que en su imaginario sería capaz de calmar a los mercados que salieron a comprar dólares. El día anterior a su partida leyó un discurso servil a Gran Bretaña por Malvinas y el cometido central de ese viaje era otro acto de sumisión a la potencia que estaba aplicando un arancel del 10 por ciento a los productos argentinos, que se sumaron al 25 por ciento que ya le había aplicado al acero y al aluminio.